Sales feliz del colegio o de la universidad y quieres volver cuanto antes a saludar a todas esas caras conocidas que dejaste atrás. Ves sonrisas, muestras cuánto has crecido, preguntas cómo van las cosas...
Un mes después de salir. Luego 6 meses... Y así se dilatan las visitas hasta que pasados dos años ya no vas. A todos nos pasa. No es malo, no es bueno, sólo es.
Cuando me dijeron que necesitábamos contratar a alguien para mi área, sin pensarlo dos veces me decidí a buscar Ingenieros Comerciales de mi universidad. No por favoritismo, ni porque sí. La explicación es obvia: sé lo que ellos saben. Claro, salí de la misma escuela. Conozco el rigor de ese lugar, y no creo que la malla haya cambiado significativamente en estos ...¿10, 11 años?
En efecto, no había cambiado tanto. Me encantó conversar con estos jóvenes acerca de los edificios nuevos que hicieron atrás, de los profes emblemáticos de la facultad, de los ramos peludos y hasta del teorema de la vaca. También disfruté viéndolos soñar con su futuro, igual que mis compañeros y yo cuando recién salimos.
Recordé un invierno en que los de la facultad de Arquitectura y Urbanismo, que estaban en paro/toma, trataron de tomarse mi facultad. Eran como 200 estudiantes con un olor a copete increíble. Como imaginarán, los de la Facultad de Economía y Negocios no piensan en tomas, ni protestas. No es que no nos interese mejorar la calidad de la educación, pero sabemos que hay otros medios para conseguir lo mismo. No íbamos a permitir que gente de afuera nos dejara sin clases por un mes, sin embargo las 4 de la tarde que dábamos pocos alumnos... y finalmente nos encontrábamos 20 tipos armados sólo con nuestros paraguas como centinelas en la entrada principal del edificio mientras los presidentes de los respectivos centros de alumnos conversaban.
Asados en el Parque Intercriminal, Noches Árabes, la Fiesta del Hombligo, profes mar$%&, profes geniales, compañeros raros, compañeras más tímidas que el dedo meñique.
Me dio gusto ver a estos nuevos egresados y recordar mis sueños y metas. Me di cuenta de que he alcanzado varios de los objetivos de mediano y largo plazo que me propuse en ese entonces, que casi había olvidado.
Y viéndolos a ellos pensé también "¿Estoy viejo?" Ja ja ja ja ja. La verdad es que no me interesa la respuesta. Ya me conocen. Pero no deja de interesarme "el hecho de haberme hecho la pregunta". Eso me entretiene.
Veremos cómo son las cosas en 10 años más...
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