viernes, 28 de marzo de 2014

Podemos conversar de...

Podemos conversar sobre tres tipos de tema:
  1. Personas
  2. Cosas
  3. Ideas
Encontramos personas que se cargan más a uno de estos tres tipos, así como familias, barrios, ciudades e incluso países.

Si pensamos en ciudades, nos damos cuenta de que el tipo de conversaciones que predomina tiene relación con la presencia de universidades, centros de estudio superior e intercambio cultural. Es así como en las ciudades más grandes de un país, donde hay más universidades, se habla más de ideas y menos de personas; en comparación con pueblos pequeños.

Pero si comparamos la capital de Chile con las capitales de otros países, nos vemos en una clara desventaja ...debido a la geografía.

No sólo estamos lejos de países culturalmente distintos, sino que además estamos en un lugar de difícil acceso:
  • Al norte: un desierto gigante
  • Al este: la segunda cadena montañosa más alta del planeta
  • Al sur: un bosque denso con indios rebeldes y después, hielo
  • Al oeste: un océano eterno de casi medio planeta de largo
Entonces, al margen del nivel educacional promedio (expuesto más arriba), si nos comparamos con países similares como Perú y Colombia, vemos una clara diferencia en el intercambio cultural.

Todos hablamos de los tres tipos de temas. Uno no es mejor que otro: son temas de conversación, si no los disfrutas, cambias el tema. El punto en este posteo fue demostrar cómo la geografía logra afectar algo tan simple como los temas de conversación de un grupo de personas.

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martes, 11 de marzo de 2014

EPDLA 2: El Gimnasio de Toribio

El Pueblo de los Animalitos
Cuentos para niños

Cuento 2:  El Gimnasio de Toribio

Sentadas en una banca en la plaza la Señora Gordolina y la Señora Hipocondria miraban a los pequeños jugar. Eran amigas desde pequeñas y les encantaba sentarse a conversar y comerse un helado de barquillo o un chocolate.

Esta vez Hipocondria estaba un poco pensativa. Miró en el cielo una nube con forma de pastel, suspiró y le dijo a su amiga - "¿Sabes, Gordolina? Últimamente he tenido algunos problemas por mi peso. Estoy un poquito gorda y hace unos días me senté en una silla y se rompió. Además me canso mucho al caminar y me duelen las rodillas".

"¡Oh, sí! Te entiendo muy bien". - Repuso Gordolina - "El otro día yo me quedé atascada en un puerta. ¡Imagínate! No cabía, no podía pasar. Me tuvieron que empujar ¡Qué atroz!"

"Tenemos que hacer algo al respecto". - Agregó Hipocondria - "No podemos seguir así. ¿Qué te parece si vamos al gimnasio?".

Ambas miraron a un lado de la plaza. Cruzando la calle se veía el letrero gigante del gimnasio de Toribio que decía "Toribio's Power Training Gym" y partieron de inmediato a inscribirse. Entraron y vieron las bicicletas estáticas, las trotadoras, las máquinas con peso para ejercitar los músculos, el salón donde hacían aerobox, step, body combat y Zumba. También estaba el salón donde practicaban artes marciales y cerca de la barra de flexiones estaba el Señor Toribio, un toro musculoso y simpático que en cuanto las vio se acercó a darles una cordial bienvenida.

"Muy buenos días, señoras. Bienvenidas al gimnasio. ¿En qué podemos ayudarles?"

"Muy buenos días, Don Toribio. Gordolina y yo estamos un poco pasaditas en el peso y necesitamos hacer ejercicio para adelgazar".

"Ah, pues han venido al lugar correcto. A partir de mañana entrarán al Programa de Ejercicio y Cuerpo Sano para bajar de peso. Van a necesitar zapatillas, ropa deportiva, una botellita con agua y muchas ganas para hacer ejercicio y pasarlo bien".

Al día siguiente ambas llegaron al gimnasio con todo el equipo y comenzaron la preparación física. El Señor Toribio era un entrenador exigente, pero muy amistoso, así que Hipocondria y Gordolina lo pasaron muy bien. Sintieron que hicieron ejercicio de verdad y con diversión. Les gustó. Así que decidieron seguir yendo hasta lograr bajar de peso.

Luego de ese día comenzaron a ir casi todos los días de lunes a viernes, al menos por una hora.  En el gimnasio trotaban en las máquinas trotadoras, hacían ciclismo en las bicicletas estáticas, hacían algunos ejercicios con pesas. Y cuando alcanzaron una mejor condición física se inscribieron también a las clases de Aerobox y Zumba.

El Señor Toribio les enseñó qué tipo de alimentos debían comer para no engordar y mantener su cuerpo sano, por lo que cada vez que salían del gimnasio pasaban a la verdulería del Señor Montero, el caballo, y compraban muchas verduras y frutas para comer en sus casas. No dejaron de comer los pasteles y cupcakes de Don Drilo, pero sólo comían estas cosas los fines de semana y comían sólo una porción, ya no se comían el pastel completo.

Al cabo de unas semanas Hipocondria y Gordolina habían bajado muchos kilos de peso y tenían figuras esbeltas, pero mejor que eso es que se sentían súper bien. Se sentían con energía, contentas, subían y bajaban escaleras sin ningún problema, y en la plaza ya no se quedaban sentadas mirando a los niños, sino que muchas veces se ponían a jugar con ellos.

Así aprendieron que una vida sana, con ejercicio y buena alimentación les ayuda no sólo a tener un peso adecuado, sino que también les permite hacer más cosas y pasarlo mejor.