miércoles, 21 de noviembre de 2012

La ventana del alma


El centro de santiago es otro cuando cae la noche. Sus calles, sus edificios antiguos, sus luces, su gente.

No era mucho lo que me quedaba por hacer. A pesar de mi rápido caminar disfrutaba la vista de la plaza de armas a mi derecha y la catedral a la izquierda. Qué gente más rara e interesante había por ahí. Qué místico era el ambiente. La poca luz, el aire frío y una briza de silencio le daban un aire especial al lugar.

Opacos y al mismo tiempo brillantes. No sé, no puedo definir mejor los ojos de aquella niña. Debe haber tenido unos 25 a 28 años, pero lucía tan indefensa y triste que era simplemente una niña.

Abrazaba a su hija pequeña que debe haber tenido 2 años. La abrazaba con ambos brazos, muy pegada a su cuerpo, pero sin apretarla. ...tal vez como lo haría una madre que se aferra a lo único que tiene en la vida. La pequeña, silenciosa, no parecía entender ni darle significado a las frágiles lágrimas que hacían brillar los ojos y lentamente recorrían las mejillas de su madre.

No había desesperación, no había ansiedad, tampoco miedo. Era la expresión más pura de tristeza que he visto jamás. Tristeza y silencio, en unos ojos que expresaban todas las emociones sin pedirle permiso a su dueña. Caminaba en sentido contrario, lento, casi tocando el muro de la catedral. Eludía silenciosamente a las pocas personas que había. Pero la vi. La vi y me congelé. Me miró a los ojos. Se dio cuenta de que me fijé en ella, pero siguió su camino.

Tardé un segundo en despertar y volteé a verla. Me acerqué y giró para verme.

"¿Estás bien?" Qué pregunta más estúpida, dada la situación. No esperé a que respondiera y de inmediato pregunté "¿Te puedo ayudar?". Agradeció un poco con los ojos mientras negaba con la cabeza. Tranquila, pero con una tristeza tan grande que no cambiaría por que un extraño le ofrezca ayuda. Sus labios cerrados, en un tierno e infructuoso intento de sonreír que mi corazón agradeció.

Insistí "¿Te puedo ayudar en algo?". Inconscientemente puse mi mano en su brazo, casi en su hombro "¿Te puedo ayudar en algo, cualquier cosa?". Y algo se quebró en su interior. Lo vi, lo sentí y morí de pena en ese segundo. Apretó suavemente los labios para no dejar escapar eso que comenzó a gritar en su interior, pero sus ojos tenían vida propia y no podía controlarlos. Se humedecieron muchísimo y al parpadear corrieron dos lágrimas cálidas por sus mejillas. Nuevamente negó con la cabeza. No iba a hablar. No podía. Se hubiera roto en un llanto desesperado si hubiese abierto la boca para decir una sola palabra.

Claramente ella no quería hacer un show. No era una niñita que necesitaba llamar la atención. Su problema era más maduro que eso... y era suyo.

Yo... yo no sabía qué hacer. Abrazarla, hablarle más, acompañarla. Por otra parte tampoco debo invadir su espacio. Recordé que "soy un extraño". No sabía qué hacer. No sabía nada de nada. Comencé a desesperarme. Pensé "Déjame ayudarte. O acompañarte un poco...". Pero ya se estaba alejando. Soy un tonto. ¡Soy un tonto!

¿¡Por qué fui tan estúpido!? ¿Por qué no insistí? ¿Por qué la dejé irse?!! ¿¡Por qué no pensé más rápido!? La ayuda es como un beso a la mujer que te gusta: jamás debes preguntar estupideces como "¿Te puedo dar un beso?". Simplemente te acercas, cierras los ojos y besas. Si aceptan tu beso, bien. Si no, ahí se verá qué hacer. ¡Se actúa, no se pregunta!

No entiendo por qué la dejé irse. Seguí mi camino con la mente en su imagen, sin prestar atención a nada más.

Pobrecita. Lo lamento tanto. Me duele tanto. Me siento tan mal por no haber podido ayudarla, tan impotente, pequeño, tonto.
Fue una escena tan triste. Tenía unos ojos tiernos llenos de pena.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Avance Tecnológico

De verdad me hizo sentir mal la cara de "Este nerd está loco" que puso la niña de Kodak cuando le pregunté si ahí era posible imprimir como fotografía una imagen que traía en un diskette.

Debe haber sido el año 1997. Unos años después llegaron a estas tiendas fotográficas unos computadores con un software que te permitía encuhfar un Pendrive, meter un Diskette o un CD y elegir las imágenes que querías imprimir como fotografía. Todavía se usan.

Es entretenido conversar con amigos y sorprenderse con el avance tecnológico, con esas cosas que antes requerían un esfuerzo tal que eran impensables, pero que hoy son trivialmente fáciles.

Más entretenido aún es pensar cómo serán mañana todas las cosas. Cómo evolucionarán a partir de ahora.

Pensemos, por ejemplo, en la telefonía:

Inicialmente sólo existía telefonía fija y había una señora que te comunicaba con la persona que querías llamar. Luego de varios saltos gigantes resultó que algunos andaban con un teléfono en el bolsillo, sin cable!!

En los últimos años se ha masificado el uso de smartphones, que funcionan como microcomputadores. En realidad, lo son. Además de llamar podemos tener una libreta de contactos llena de detalles, fotos de los contactos, asignar melodías de llamada, juegos dentro del teléfono, música, videos, navegador web, mensajería instantánea, cámara fotográfica, antena Wi-Fi, videollamadas, etc.

¿Y después, qué?

¿Qué cosas necesitamos hoy que se podrían meter en un teléfono?

¿Llamar desde un computador? Ya existe. ¿Llamar desde un iPad? Creo que sí, no estoy seguro. No se me ocurren "cosas existentes" que se puedan meter a un teléfono celular, pues con el solo hecho de poder navegar por la web ya tienen un sinfin de elementos.

En realidad los cambios más importantes vienen dados por el Hardware. Sin embargo, todo depende de que sea comercialmente viable: Que a los usuarios finales les acomode, que tenga un precio razonable, que la tecnología circundante sea apropiada.

Hace unos días, viendo un programa de TV muy interesante, llamado "TED Talks, Ideas Worth Spreading" me topé con el capítulo de Pranav Mistry, un joven que en el curso de su doctorado en el MIT desarrolló una tecnología llamada "SixthSense Technology".

Esta tecnología básicamente cambia la interfaz con que interactuamos con el computador. En lugar de pantalla cubierta de vidrio, usamos cualquier superficie donde un proyector pequeño muestra la información, al mismo tiempo que una cámara sigue los movimientos de nuestra mano y detecta qué opciones escogemos. Tal como una pantalla-touch.

 



Como es de esperar, con esto podemos proyectar el teclado de un teléfono celular en cualquier parte, incluso en la palma de nuestra mano.
 
 
Esto es del año 2009... Estamos en el 2012... ¿Estará en producción algo similar, estéticamente agradable, en el año 2015?

Les dejo un video:

martes, 28 de agosto de 2012

Lógica, simple lógica ...de un niño

Como estaba encima de la hora, cancelé el Plan A (dejar a Daniel en el jardín infantil y de ahí partir al doctor) y continué con el Plan B (ir con Daniel al doctor).

Con sus tres años de edad, Daniel ya mantiene diálogos interesantes. Comete errores gramaticales y en la conjugación de verbos, pero nada que realmente impida entender sus frases. Cuando no conoce la palabra exacta, explica el concepto con otras palabras.

Él estaba entretenido con la idea de ir al doctor no como paciente, sino como acompañante del paciente. Era de esperar que disfrutara al máximo explicándole al doctor que su papá se cayó así "poooing" porque estaba patinando, se puso a llover, la calle se mojó... y se pegó en la mano.

Desconozco la fuente de la cual obtuvo tantos detalles, porque él no estuvo presente en el accidente. Pero bueno, no viene al caso.

El doctor sabía tratar a los niños, imagino que tiene hijos porque se manejó bien. En cuanto lo saludó le preguntó su nombre y se tutearon como buenos amigos con respeto. Pienso que para el doc fue entretenido tener un niño en su consulta, pues es traumatólogo de adultos.



Mientras me examinaba la muñeca le preguntó a Daniel "¿Oye, Daniel, y tú estay en el jardín?".

Me llamó mucho la atención la incomodidad del Dany ante esa pregunta. Se notó que "no se esperaba algo así, de alguien así". Se demoró dos o tres segundos en responder y yo pagaría por saber qué cosas pasaron por su mente en ese momento antes de responder:

"No. No toy en el jardín. Toy aquí."

Van varias horas desde que esto ocurrió y sigo dándole vueltas a tantas ideas que se me vienen a la mente con esa sola y simple frase.

La correcta aplicación de las palabras. Cómo, con el tiempo y la práctica, entendemos las frases que literalmente interpretadas dicen otra cosa o nada. Cómo un niño tan chico nos deja pensando y nos puede enseñar. La lógica y simpleza de los pensamientos de un niño, de una mente sin contaminación cultural.


A ver si algún día lees este posteo y te ríes, niño.


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miércoles, 16 de mayo de 2012

Soy un políticamente INDIGNADO

"Los Indignados" es un movimiento español de un importante número de personas que expresan su disconformidad con la política y las prácticas de los políticos.

Tendiendo claro lo anterior, inicio este posteo afirmando que soy un chileno indignado con la política chilena.

Mi principal molestia está en los "intereses" que demuestran tener nuestros políticos. Por supuesto, entendiendo que un político está bastante bien en la escala de necesidades de Maslow, distanciado socioeconómicamente de un ciudadano promedio, por lo que según creo debiera preocuparse más por la gente que votó por él que por su seguridad política.

Entiendo y sin problemas acepto que haya "bandos" políticos que en votaciones de leyes acuerden "hoy apruébame ésta y yo mañana te apruebo esa" es como un mal necesario para poder avanzar. Pero ¿Que un bando tenga como misión prioritaria ir en contra del otro? Me parece una falta de respeto a los ciudadanos de todo el país. Ni hablar de los gastos cargados a cuentas nacionales que debieran ser de costeo personal, pues ese es un tema para escribir libros.

Los altos cargos de mi empresa tienen bajo su responsabilidad cerca de 400 personas. Trabajan los fines de semana, responden e-mails en vacaciones, han tenido que interrumpir sus vacaciones para regresar a la oficina. Nuestros parlamentarios tienen ¿16 millones de personas bajo su responsabilidad? No digo que no trabajen, pero tengo la convicción de que si  trabajaran tanto y TAN BIEN como algunos gerentes de mi empresa, las cosas serían muy muy distintas en mi país.

Deficiente uso de herramientas computacionales, errores gramaticales, formar parte de comisiones técnicas sobre temas que desconocen... ¡Por favor! Eso en el sector privado no se perdona. Y no estoy hablando de despidos, estoy hablando de capacitar.  Sé que los parlamentarios tienen asesores, pero no me salgan con que nunca necesitan ocupar su computador, o tomar decisiones rápidas.

En fin, no escribo nada nuevo y sé que estas resumidas ideas son exactamente iguales a las de un adolescente que reclama contra los políticos. Aún así, sin haber desarrollado más inteligentemente estas ideas, sé que muchos las comparten.

Quisiera saber más acerca de la mente humana para poder entender si en este nivel económico y social donde están nuestros políticos es parte del ser humano el poner los intereses personales por delante de los intereses sociales, o si esto es consecuencia de la educación que recibe un niño entre los 2 y los 10 años. Y planteo esto último no con tono humorístico, sino con preocupación porque tengo varias dudas que se centran en el mismo fondo:
¿Si yo fuera político y tuviera ese poder, sería como ellos?
¿Me corrompería el medio político?
¿Se puede nadar contra tal corriente?

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