Definitivamente hay gente que nació para ver el mundo con pesimismo. Lo cual no necesariamente es malo malo malo. De hecho, al hacer un análisis económico o financiero, el escenario pesimista es el más importante después del escenario más probable. Pero no es lo mejor y cansa.
Personalmente encuentro cliché y manoseada la frase de "ver el vaso medio lleno", pero inevitablemente se me viene a la mente por el hecho de tratarse de personas (mal) acostumbradas a ver casi siempre el lado negativo. Personas pesimistas.
Mi planteamiento de hoy va un poco más allá de ver únicamente lo bueno o lo malo de algo, sino que va por verlo todo. Por ver todo el abanico de alternativas que hay y especialmente no cerrarse a la posibilidad de que haya otros escenarios. Amplitud de visión.
Una y otra vez les dices "Sí, se puede" y te porfían con que no.
"Porfiar" en el diccionario de la RAE:
porfiar.
3. intr. Continuar insistentemente una acción para el logro de un intento en que se halla resistencia. Porfiar en abrir la puerta
A lo largo del tiempo he logrado identificar dos tipos de individuos acostumbrados a decir "no se puede":
1.- Los flojos. Que en muchos casos saben que se puede, pero como se requiere un mayor esfuerzo para este "poder", prefieren decir de inmediato que no.
2.- Los pesimistas endógenos, o congénitos, o de base. Aquellos que fueron creados por Dios para recordarle con absoluta convicción a los demás seres humanos que "en serio, no se puede".
También categoricé un tercer grupo que prefiero no dejar como grupo fijo porque es temporal. Este tercer conjunto está formado por jóvenes del típico perfil "recién salido de la universidad". El grupo que ha aprendido tanto que sale con el humo un poco arriba, sabiendo que sabe mucho y a veces sabiendo que lo sabe todo. Por lo que si ellos no lo saben, es porque no existe y si ellos no pueden, simplemente es porque no se puede. Yo también formé parte de este grupo alguna vez y confieso que darme cuenta de eso me sirvió para salir del conjunto.
Pero ya basta de quejas, vamos a la parte constructiva.
Cuando estamos discutiendo si algo se puede o no se puede es habitualmente porque estaríamos mejor si "se pudiera". Por lo que luego de una breve cadena de ideas podemos entender que los pesimistas no están tan bien como los optimistas. Me atrevo a decir que son un poco menos felices y menos exitosos. No se me malentienda, por favor, no estoy diciendo que sean depresivos. Simplemente comparo.
Entonces... No dejemos de pensar en el mundo. En todo y en todos. Es cierto, nos cansamos de escuchar "no se puede", pero nunca nos cansemos de demostrar "que sí se puede" y mucho menos cansarnos de por lo menos investigar si hay más alternativas, si hubiera cualquier pequeño espacio para que sí se pueda. Para mejorar las cosas. Para tener éxito por pequeño que sea el asunto. Por ser un poco más felices.
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