lunes, 9 de diciembre de 2013

Cómo logré que cambiara su regalo


Polo Norte, 5 de Diciembre de 2013

Querido Daniel:
 
Recibí información acerca de tu pedido de regalo de navidad. Me alegra mucho que me hayas escrito una carta, puesto que según me comentaron mis duendes, tú te has portado bien este año.
 
Sin embargo, lamento informarte que hubo un problema en una de las fábricas de juguetes electrónicos de la cual sale el juguete que pediste. Como sabrás, tenemos que preocuparnos de que los regalos sean de buena calidad, así que envié tres de mis duendes a supervisar la producción de juguetes en esa fábrica, que es de un proveedor externo.
 
 
Entonces estaban ahí mis duendes mirando y tomando nota, cuando de repente uno se resbaló porque estaba el piso mojado. Al perder el equilibrio se agarró del abrigo del duende que tenía a su lado y se cayeron los dos encima de los tarros de pintura, que estaban destapados.
 
Mancharon todo el piso y las mesas de trabajo. También mancharon al tercer duende que quedó de todos colores y se enojó tanto que fue a retarlos. Pero estaba tan enojado que no se dio cuenta de dónde pisaba, se resbaló con la pintura del suelo y se cayó encima de los otros dos. Salieron los tres rodando por todo el suelo de la fábrica llenos de pintura y de tarros, pasaron a llevar las cajas con juguetes y las cajas con baterías. Una de estas cajas cayó en el horno donde calientan las placas y apretó el botón de “Encendido al Máximo” y no te imaginas, Daniel, lo que pasó. El horno se empezó a calentar y explotó. Volaron juguetes y chispas por todas partes. A un duende se le quemó el gorro, otro salió arrancando porque se le incendiaba la cola del abrigo. El otro duende no se quemó porque había quedado metido de cabeza dentro de un tarro de pintura. Y al dueño de la fábrica se le quemó el bigote.
 
 
 
En fin, se demorarán un poco en arreglar la fábrica y mis tres duendes inspectores de fábricas están en el hospital hasta la próxima semana. Así que no tendremos de ese regalo por ahora. Tal vez para la siguiente navidad.
 
De todos modos, te cuento que tenemos muchos otros regalos a tu disposición. Puedes buscar por internet con tus papás y pídeles que me escriban para decirme cuál prefieres. Yo, desde el polo norte, me encargaré de hacer el pedido al fabricante correspondiente y te lo paso a dejar en mi trineo durante le noche de Navidad.
Lamento cualquier inconveniente que este cambio pueda causarte y espero que sigamos manteniendo buenas relaciones.
 
Que estés muy bien. Sigue siendo un buen niño.
 
Atte,
 
 
Santa Claus
 



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